Las bocas de Ronsardo
No he danzado con damas de estricto polisón ni guarda mi recuerdo los aromas del nardo; no he besado las bocas ajadas de Ronsardo ni a las bellas beatas de sueños con festón; no han herido mis muslos los labios de Anaís ni me ha movido apenas Jesús con su oropel; no he visto...